Un folleto necesario, pero que a estas alturas de lo que nos está cayendo con las crisis en Europa, casi resulta banal. Las cincuenta y cuatro páginas del texto original escrito por Stéphane Hessel, con el añadido de otras seis introductorias de José Luis Sanpedro, hacen de este librito una curiosidad panfletaria.
En Francia lleva ya vendidos casi dos millones de ejemplares desde diciembre de 2010 y en España, desde febrero de este 2011, van ya siete ediciones las que ha sacado su editorial Destino.
Lo que plantea este anciano de 93 años, miembro de la Resistencia frente a los nazis, superviviente de los campos de exterminio y uno de los redactores de la Carta de los Derechos Humano de la ONU en 1948, es una llamada a los jóvenes de su país y por extensión a los del mundo, para que reaccionen y se movilicen contra la situación penosa que atraviesa el mundo actual.
Hessel hace hincapié en los procesos económicos y en la pérdida de poder para apenas sobrevivir en la que ya estamos la mayoría de los ciudadanos del globo, por culpa de las malversaciones financieras y el egoísmo descarado de los poderosos, que acumulan ganancias en situación crítica.
También ataca al inmovilismo de los políticos, incapaces de proponer alternativas viables o un nuevo orden económico mundial.
Asegura que si Francia superó en los años cuarenta las duras consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, gracias a la solidaridad de todos sus ciudadanos y especialmente por el sacrificio de los jóvenes y los trabajadores, ahora puede volver a ocurrir, si todos se movilizan.
¿Se puede imaginar algo parecido en España?...
No lo parece, ni siquiera evocando los Pactos de la Moncloa en los años de la Santa Transición, cuando todos pactaron para que apechugáramos con ellos.
Luis Conde
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