Los primeros meses del año las mesas
de novedades de las librerías se llenan de novedades premiadas:
novelas, novelas históricas, ensayo, premios de mascarón de proa,
premios con solera, premios de estribaciones geográficas, premios
estacionales... Todos con su fajín identificativo. Y así, han
llegado el Nadal, de la editorial Destino; el Azorín, de Planeta y
la Diputación de Alicante; el Café Gijón, que saca al mercado la
editorial Siruela; el Primavera de la editorial Espasa, el
Iberoamericano, al alimón entre Planeta y Casa de América; el
Alfonso X El Sabio, emblema de Mr Ediciones; el Hoy perteneciente al
sello Temas de Hoy y, a finales de mes, llegará el de la editorial
Alfaguara, también de novela.
Si las editoriales han perseguido
siempre, con estos galardones, hacerse con un nicho entre el
colectivo lector, con razón de más lo siguen haciendo en los
tiempos que corren, inevitable y reiteradamente unidos a la crisis.
Ahora, es un impulso que puede ubicarlas en una buena posición en la
parrilla de salida para encarar con éxito las ferias literarias, ya
a la vuelta de la esquina: el día de Sant Jordi, las ferias de
Valladolid, Santander, Sevilla, Valencia... y finalmente, Madrid, la
más larga y concurrida de todas, dos semanas y tres pares de sábados
y domingos. O lo que es lo mismo, hablamos de los mejores
escaparates del año junto con la temporada de Navidad.
Y eso parecen pensar los aspirantes a
premiados porque el número de originales recibidos sigue creciendo,
tanto el Primavera de Novela (Espasa) como el Alfaguara de novela o
el Café Gijón han visto como se incrementaba el número de
manuscritos que han llegado. En el caso del primero, algo más de
450, cien más que en la edición anterior, la editorial del grupo
Santillana ha batido su propio record: ha recibido 785 originales y
los que optaban al Café Gijón fueron casi 1.200, un 200% más que
el año pasado. A los que se suman los 99 que llegaron al Azorín,
los 454 que perseguían el Iberoamericano, los 313 del Nadal y los
205 que se presentaron al Alfonso X El Sabio y los 154 que se
presentaron al premio de la editorial Temas de Hoy.
De esta forma han participado 3.664 personas,
escritores profesionales unos, aspirantes a serlo otros, empujados o
no por la crisis, probablemente probando suerte y buscando darse a
conocer y quién sabe si pretendiendo encontrar una salida laboral,
la que la clase dirigente parece no saber cómo propiciarles. Una
buena inversión si sale, porque la cuantía de todos estos
galardones literarios no es nada desdeñable. A saber: 200.000 euros
el Primavera, 133.306 el Alfaguara, más modestos el Café Gijón con
una dotación de 30.000 euros y el Nadal con 18.000, siendo el más
antiguo y uno de los mayor prestigio, 60.000 del Alfonso X El Sabio,
algo más de 152.000 euros por el Premio Iberoamericano, 68.000 que son los que conlleva el Azorín y 60.000 euros del Premio de Hoy.
Algo más de 721.000 euros.
Autores de éxito, temáticas
comprometidas
Y con estas cifras astronómicas no es
de extrañar que los escritores premiados sean todos de éxito,
además de venir avalados por ventas y críticas. Inauguró el año
Álvaro Pombo, con su novela “El temblor del héroe”. Le
siguieron: José Luis Rodríguez del Corral con “Blues deTrafalgar” y “La tejedora de sombras” de Jorge Volpi (Nadal,
Café Gijón e Iberoamericano, respectivamente). A ellos se han
sumado: Almudena Arteaga, premio Azorín con “Capricho”; Jesús
Sánchez Adalid, premio Alfonso X El Sabio con la novela “Alcazaba”;
“Los invitados de la princesa” de Fernando Savater, premioPrimavera y Vicente Verdú con “La hoguera del capital”, Premio
de Hoy. Todos nombres conocidos y reconocidos por el gran público.
Son un valor seguro y se aplazan las apuestas por autores válidos,
pero sin el favor del lector, para otros años de mejores
expectativas lectoras.
Es también importante destacar el tono de literatura comprometida con la realidad que le rodea. Es
el caso de las novelas de Pombo, Rodríguez del Corral y Volpi. Cada
uno de ellos bucea en el alma de sus protagonistas, investiga la
respuesta humana ante la codicia, el respeto o la igualdad, además
de las consecuencias de sus actos. En el caso de Pombo, su novela es
una crítica a la insensibilidad ante el dolor ajeno, una mal de
nuestro tiempo y habla también Pombo del compromiso, como medida de contención. Rodríguez del
Corral recrea la apropiación que hacen de un alijo de droga cuatro jóvenes a los que no les importa lo que ello suponga y cómo influye
en el resto de sus vidas, una situación que al propio autor le hace plantearse una serie de preguntas y Volpi, por su parte,
retrata a través de una historia de amor, la lucha de una mujer contra el universo masculino de la época que le tocó vivir. Una mujer adelantada a su tiempo.
La reflexión es obvia en el caso de
Vicente Verdú, flamante ganador de un premio de ensayo que analiza
la realidad y en su caso se fija en la situación actual de crisis y
la respuesta que está provocando por parte de una población
angustiada ante la pérdida de lo más elemental, que ha generado una oleada de reacciones en masa, poniendo en evidencia un sistemacaduco.
Incluso en la novela histórica de Jesús Sánchez Adalid se refleja la situación crítica que tuvieron
que soportar los habitantes de la Mérida del siglo IX, retratando
“una sociedad compleja, cuando nosotros pensábamos que la nuestra
era la más compleja” según Soledad Puértolas, presidenta del
jurado del Alfonso X El Sabio. Y es que habla Sánchez Adalid en
“Alcazaba” del “ser humano que estalla contra el tirano”. De
hecho, pareció que su novela había cobrado vida “porque nada más
terminarla empezó la Primavera Árabe”, dijo el autor, en
rueda de prensa, para el que la literatura es una manifestación artística capaz de plantearse, también, las preguntas que se hace el ser humano, además de contemplar la realidad.
Merche Rodríguez
Merche Rodríguez
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