miércoles, 15 de diciembre de 2010

El libro electrónico ya está en las aulas

Tanto hablar del libro digital provocará su rechazo o afianzará su normalidad. Será lo segundo. Que las tecnologías ya no son nuevas y forman parte de nuestro mundo es tan real como el hecho de que usted esté leyendo este texto subido a la red haciendo uso de las herramientas que internet pone al alcance de todos. Si a eso se le suma que los niños y jóvenes constituyen la generación digital que ha crecido con el mando en la mano de la consola o de la televisión y que el teclado del ordenador se ha convertido en la prolongación habitual de sus dedos a nadie debería extrañarle que lean y estudien en un eReader como pueden leer y estudiar en un libro en papel. 




Si antes de Libranda (la plataforma integrada por los tres grupos más fuertes y otras editoriales independientes) todo eran temores, los sellos ofrecen ya títulos en eBook e informan a los medios de comunicación como lo hacen con el tradicional boletín de novedades editoriales, uno de los últimos en sumarse a este grupo ha sido el del cantante Ricky Martin que acaba de publicar sus memorias, tanto en papel como para eReader, con una versión enriquecida que incluye uno de sus singles.

Empiezan a aparecer noticias que hacen referencia a una mayor venta de títulos concretos electrónicos, en Madrid se ha inaugurado la primera biblioteca, la Luis Rosales, que presta lectores digitales por un plazo de un mes, disponen de 7 que contiene cada uno 1000 libros; también ha adquirido lectores electrónicos el Hospital Nacional de Parapléjicos en un intento de salvar la escasa movilidad de sus pacientes y las personas con visión reducida o ciegas también hacen ya uso de ellos, las grandes librerías les hacen hueco en sus escaparates virtuales. Se está abriendo una brecha entre el “lector analógico y el digital”, y en ella siguen a vueltas con las ventajas y desventajas del papel y la pantalla domesticada, pero la industria electrónica, al servicio del libro, sigue innovando, y con las navidades ya aquí.

De los últimos en meterse de lleno en el uso del eReader destacan los 70 alumnos del colegio gallego Juniors. Se iniciaron en el estudio con dispositivos digitales en el último trimestre del pasado curso: una iniciativa a tres bandas entre el centro escolar, Grammata y Santillana, que con títulos de lectura complementaria pusieron en marcha el Proyecto Evolución, en honor a Darwin, y este curso se han embarcado en el llamado (r)Evolución, con la editorial Digital Text como proveedora del contenido.



E importancia no es que deba de tener, es que tiene, cuando el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) acogió, hace relativamente poco, las Jornadas Anele, dirigidas por el escritor y especialista en nuevas comunicaciones, Javier Celaya, que señalaba la importancia del docente y el estudiante. Él mismo lo cuenta (Para escucharlo, hacer clic aquí). Celaya reunió en un mismo foro a escritores, representantes de editoriales, escritores, profesores e investigadores hablando todos sobre el mismo tema: el papel del libro electrónico en la educación.

En el colegio Junior los que más tienen que esforzarse son los profesores, dice Juan González de la Cámara, fundador y director general de Grammata, para los que han ofrecido un servicio de atención que les evite encontrarse frente a un aparato electrónico que no terminan de aprender a manejar. El objetivo era que no lo vieran como un gadget sino como un libro de apariencia diferente. Asegura de la Cámara que las “comunidades autónomas se inclinarán por el libro digital”. Indudablemente los escolares son los que tienen menos prejuicios y para ellos una pantalla es un mundo desconocido por explorar al que se lanzan con la avidez de su curiosidad innata. No estaría de más que, al igual que sus mayores, pudieran decidir después de conocer ambos soportes. Aunque, indudablemente, sus padres sí apreciarán muy rápidamente una de las grandes ventajas: el coste de los libros (Diego Rosales habla tanto del contenido como del precio. Para escucharlo, hacer clic aquí).

Y mientras, los estudiantes gallegos se adaptan a su mochila digital ya hay pizarras electrónicas y pupitres. De momento, en colegios privados, y en el público de Jun, localidad granadina, que tiene al mando a uno de los alcaldes más activos en Facebook. El día que el diccionario de la Academia de la Lengua publique oficialmente el término epub el futuro será presente.

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