martes, 20 de abril de 2010

¿Mujeres atrapadas voluntariamente?


Hay mujeres que tienen la culpa de sus desgracias. Al menos así se desprende de la historia que cuenta Ana Manrique en “No es tan fácil llevar bragas”, publicada por la editorial Temas de Hoy. Tres son las protagonistas: Carmen, Rebeca y Susana. De la más pobre a la mejor colocada en la estantería social y sin embargo las tres dependientes emocionales de sus hombres, por eso lo primero que hace es fijarse en qué ocurre en la intimidad del hogar (audio).


Y no teme la autora que le lluevan las críticas, porque si bien su personaje Carmen es el retrato de mujer atrapada en un matrimonio de malos tratos y humillación sin apenas vías de escape, tanto Rebeca como Susana sí tienen capacidad para salir de esa situación que se empeñan en prolongar, algo que no termina de entender la propia autora, por eso denuncia a ese tipo de mujer. (audio) Un libro comprometido, sin duda.


Sobre el tema, se presenta también “La emperatriz amarga” de Manuel Francisco Reina (Roca Ediciones). La historia de Sabina, esposa de Adriano, la primera mujer maltratada de la que se tiene conocimiento, un retrato en el que Adriano es tan deslumbrante como miserable y ella acata lo que te toca vivir de la misma forma que es capaz de vengarse, en una novela en el que la construcción psicológica de los personajes es uno de los aciertos del libro. En próximas entregas Reina, también autor de uno de los más completos estudios sobre la copla, visitará este espacio con voz propia.




¿Hay poesía con notas a pie de página? La de Iván de la Casa, sí. En “Ensayos del olvido” de la colección Kairós en Ediciones Antígona, para nuevos escritores, el lector se encuentra con notas más extensas que el propio poema y si estéticamente se asemejarían al reflejo de los versos en un espejo es sólo lo que parece porque el autor ha querido aumentar y enriquecer sus versos con aclaraciones pertinentes. (audio)







El hombre es cuando es hombre entre otros hombres o lo que es lo mismo, las personas somos lo que somos porque nos tomamos la medida con nuestros congéneres. Si pertenecemos a una sociedad que vive en colectividad nuestra educación, cultura, hábitos pasa por esa condición y de no hacerlo así la personalidad se resiente y crece con carencias que pueden degenerar en graves problemas. Y eso le pasó a Marcos, el protagonista de la novela “He jugado con lobos” de Gabriel Janer (La Galera). (audio)


De niño sus padres le vendieron a unos pastores que le abandonaron en la montaña a su suerte y creció entre los rebaños que criaba y los lobos que habitaban aquellos lugares. Aprendió a imitar los sonidos y a interpretar las señales y comportamientos de los animales que le rodeaban. Le encontraron casi ya de adulto y hoy vive en un pueblo gallego, pero como ser humano se ha desarrollado con grandes oquedades. No sabe leer y sus relaciones se escapan de la normalidad. (audio)




Hay una generación que está marcada por el hambre, la escasez, la dificultad para conseguir lo que hoy tenemos casi chasqueando los dedos. A esa generación le vigilaba la conciencia la religión católica, apostólica y romana que imperaba en esos años de la posguerra. Hay gente que lo pasó peor, otros un poco mejor, pero todos los que de una u otra forma terminaron engrosando el grupo no franquista, lo acusaron en mayor o menor medida y forma parte de sus recuerdos. De todo esto habla Pilar Garrido en "La posguerra vista por una particular" (Planeta), con ilustraciones de Forges, su marido.







Los hay multidisciplinares como Emilio Ruiz Barrachina que de una novela hace también una película y la afirmación es literal. Es el autor, guionista y director de “El discípulo” tanto en su formato novela (publicado por Ediciones B) como del largo, que muestra a un Jesús enfadado, iracundo a ratos, serio, grave, trastornado por la invasión romana y preocupado por conseguir armas con las que defenderse. Enamorado, pero contenido, de María Magdalena.

La película, que se estrena el 23 de abril, cuenta con la colaboración de lujo del escritor Félix Grande como letrista de los temas, en clave flamenca, que forman parte de la banda sonora y del asesoramiento científico del autor Antonio Piñero. Joel West, un Jesucristo de mirada más que penetrante, encabeza en un reparto en el que también figuran Ruth Gabriel, Marisa Berenson y Juanjo Puigcorbé.

(© Imagen Ana Manrique: Antonio de Mateo)