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Álvaro Pombo © Carles Mercader |
Las crisis lo trastocan todo. Van agotando existencias, metafórica y literalmente hablando, y terminan por cambiar las cosas de sitio, tanto que los papeles se intercambian, se mezclan y terminan por confundirse, si es que no acaban por perderse. Desde el que busca trabajo “en lo que sea” porque no hay en lo suyo hasta el que se siente indignado y le dice al dirigente '¿Y si lo hago yo?'. Ahí está Toni Cantó, diputado en el Congreso, al que ya no entra como visitante sino como parte activa del hemiciclo, pero es que la política tiene algo de actuación aunque no todos los políticos podrían ser buenos actores. Y otro caso es el de Álvaro Pombo, que también abrazó la causa política de la mano de Rosa Díez, un intelectual en medio de partidismos, a veces fanáticos y casi nunca tecnócratas.