martes, 25 de mayo de 2010

Maneras de vivir

Hay estilos de vida, formas de encarar el día a día. Desde el riesgo permanente de Antonio Salas hasta la adrenalina canalizada a través del poker de Leo Margets y, por supuesto, todos los que aspiran a ser felices, nada fácil en una sociedad tan estresada. Son tres ejemplos de vida, uno muy extremo, otro nada común y el último, el más perseguido, y los tres se acaban de hacer libro.
Antonio Salas, con “Diario de un skin” se cambió el nombre, vive oculto y toma todo tipo de precauciones, el libro permitió desmantelar uno de los grupos nazis que operan en España. Después llegó “El año que trafiqué con mujeres” que le puso en contacto con la realidad más sórdida y cruel de la prostitución y destapó la trata de mujeres. Ahora con “El Palestino” (publicado como los dos anteriores por Temas de Hoy se ha infiltrado en las redes del terrorismo internacional. Un libro que provocará titulares, muchos.

Por motivos de seguridad el periodista y escritor ha presentado su libro en una rueda de prensa on line desde un lugar desconocido comentando, tan sólo, algunas de los aspectos más importantes de su último trabajo de investigación. Hace seis años decidió emprender, la que quizá sea una de las investigaciones periodísticas más arriesgadas. Aprendió árabe, se convirtió al islam, se circuncidó, se inventó un pasado (con fotografías familiares incluidas) y se convirtió en Muhammad Abdallah, musulmán nacido en Venezuela de orígenes palestinos.

Apadrinado por el terrorista Carlos El Chacal, estos años se ha entrenado en campos venezolanos, ha tenido contacto con etarras y ha vivido al límite de la ilegalidad. Correo privilegiado de asesinos internacionales ha empuñado fusiles de asalto, participado en comunicados terroristas grabados, y ha vivido de cerca la violencia más extrema de la yihad islámica, aún así “asegura que no es ningún valiente y cuando decides emprender este tipo de investigaciones asumes ciertos riesgos”. Considera que una de las principales víctimas de esta violencia es la comunidad islámica y que políticos como Hugo Chavez encontrarán datos interesantes en su libro del que dice que “es cruelmente objetivo, solo testimonia lo que he vivido” para asegurar que el principal riesgo “inminente para España procede de los terroristas establecidos en el norte de África”.



(Imagen procedente del álbum personal de Muhammad Abdallah/Antonio Salas)


Y del riesgo absoluto a convertir el juego en una forma de vida o lo que es lo mismo, la que vive Leo Margets, barcelonesa, de 26 años y una de las mejores jugadoras de poker del mundo. De entre 7000 participantes quedó el pasado año como la número 27 y la última mujer a la que vencieron. De esa experiencia obtuvo 350.000 dólares y el reconocimiento mundial. Ha copado portadas de revistas del sector y de información general y todavía se pregunta si su vida le puede interesar a alguien...


Para Leo Margets el poker es mucho más que un simple juego, es casi una forma de vida (audio) y esa manera de vivir le ha llevado a viajar por todo el planeta, a colocarse ante algunos de los mejores jugadores del mundo y a vivir de ello. No da el perfil de joven actual y este año, le toca revalidar su título nuevamente en Las Vegas, algo que le estimula (se ríe al teléfono según lo cuenta) pero es consciente de lo difícil que resultará (audio).


Su vida, desde técnico en marketing hasta convertirse en una de las mejores jugadoras del mundo, está recogida en La reina de poker (Editorial Planeta). Escrita al alimón con Pablo del Palacio, gran aficionado al poker, cuenta con el prólogo de Nativel Preciado, también jugadora, además de escritora y periodista. Como ella misma dice “la historia de una suertuda”.


Y suerte tienen los que saben ser felices. Hay en el mercado infinidad de títulos que cuentan cómo ser felices, cómo perseguir la felicidad, manuales, ensayos, relatos... ¿Y qué tiene de distinto “Tú puedes aprender a ser feliz”?. Pues que se presenta casi como una enciclopedia y bebe de las últimas investigaciones que parten del origen y evitan poner parches para cuando uno es infeliz.

Las autoras, Carmen Serrat-Valera, psicóloga, y Alexa Diéguez, periodista especializada en temas de salud, arrancan con una frase que no deja lugar a muchas dudas, aunque parezca una verdad de perogrullo: La principal herramienta con la que cuentas para ser feliz es tu voluntad de serlo. Porque nadie puede esperar acudir a la consulta del psicólogo y salir feliz, en modo cuento de hadas.

El libro, además de ofrecer consejos, ejercicios, técnicas, historias, experiencias de especialistas y reflexiones de filósofos y pensadores de culturas muy distintas, orientales y occidentales, tradicionales y modernas, plantea cuatro puntos básicos para lograr la felicidad, a saber:


-Entender nuestro propio funcionamiento

-Vencer las obstáculos que impiden ser feliz

-Aprender a convivir con el estrés, el enfado, el miedo, la culpa y la envidia

-Transitar los caminos que conducen al bienestar

Ponerlos en práctica no es sinónimo de felicidad pero el viaje, que siempre persigue un destino, es de los que merecen la pena.


Aprender a vivir, que es todo un arte, se empieza desde pequeño si se tienen los estímulos apropiados. Muchas veces esas enseñanzas pasan por un cuento, es una de las mejores formas que se han inventado para enseñar y un ejemplo es el álbum ilustrado “Nuevos colores” de Fran Nuño e ilustraciones de Natalia Colombo (Editorial Hotel Papel).

La búsqueda de un pintor para encontrar colores nuevos que aplicar con su paleta le lleva a un pueblo del que extraerá, de los ojos de la gente, todos los colores posibles. Cuando ya creía que no podría encontrar nada más, un niño ciego se convierte en el personaje principal al tener en su mirada colores, que sin haber visto jamás, permanecían ocultos en sus ojos hasta que alguien fuera capaz de ver más allá de las apariencias. O lo que es lo mismo: todo depende del color del cristal con el que se mire.

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