lunes, 23 de mayo de 2011

El amor cárcel



A Reyes Monforte le van las historias a flor de piel. Las historias humanas en el sentido más literal del término, las que se sienten, las que duelen. Se está especializando en relatos inspirados en realidades crueles, como el que coge un periódico y comprueba con sus propios ojos que a una noticia le ha crecido en un costado una narración vívida y vivida y se va a ella, no en vano es periodista y se le nota, es más no lo disimula. Y eso le ha vuelto a pasar con La infiel (Temas de Hoy). Algo que no es ni bueno ni malo, es.

 


 

La presentación de la novela fue casi un debate entre autora, editora, invitados de la autora, y también periodistas, y Prensa literaria. Y la cosa no pedía menos porque La infiel trata un tema, como todos los suyos, de esos que llaman de rabiosa actualidad. Reyes Monforte, amable, colaboradora y siempre atenta, explicó con minuciosidad su novela: Una joven, madre de un niño de corta edad, se enamora de un hombre musulmán que la termina conduciendo inexorablemente a los terrenos fanáticos en los que se mueve. E inevitablemente el tema derivó en la imagen que algunos musulmanes han contribuido a crear y parece haberse extendido ante el desconocimiento y el temor que provoca una cultura tan diferente.

Unos modos (los de algunos musulmanes), en muchas ocasiones machistas y retrógrados, que ya ponen a la defensiva a la mujer occidental independiente tanto de obra como de pensamiento y al resto de sociedad que piensa que la capacidad no es cuestión de sexos sino de inteligencia y aptitud. Y esos modos se han identificado, igualmente con la captación real de mujeres para una batalla que está causando demasiados estragos en una alocada carrera de imposiciones con repercusiones tan dramáticas como ciertas. Y esa es la realidad en la que entra la novela de la periodista que retrata a una Sara, el personaje protagonista, tan enamorada como ciega incapaz de detectar esos tics que disfrazan de amorosa solicitud una orden en toda regla hasta que se ve envuelta en una trama que, como una pesadilla, parece no terminar nunca en la que ella termina obligada a ser cómplice para salvar a su hijo, secuestrado por el que fuera su amante.

Ha escrito Reyes Monforte una novela de extremos, que afortunadamente retrata solo una parte de la sociedad porque sería descorazonador pensar que todos los musulmanes son Najib, un hombre despiadado, un terrorista, y todas las mujeres son Sara, presas fáciles por su avidez de amor, muñecas rotas.

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