
Nordqvist, que impartió en la ciudad condal un taller sobre técnicas de dibujo, está convencido de que los lectores más jóvenes tienen ideas propias e iniciativa para manifestarlas siempre que encuentran ocasión, de ahí que en sus libros apenas hay mensajes con moraleja, además de creer que es importante que el niño sea siempre el protagonista de sus propias historias.
En su serie Pettson y Findus (Editorial Flamboyant), de la que ha vendido un millón y medio de ejemplares, ha sido traducida a 44 idiomas y tiene su propia serie de televisión, hace un homenaje al hombre de hoy en día, capaz de demostrar sus emociones, como el granjero Pettson, un hombre que vive solo y comparte su día a día con un pequeño gato y busca, especialmente con este título, que sean los hombres, en su papel de padres, los que recuperen el momento de lectura con sus hijos.
Sven Nordqvist, que siempre quiso dedicarse al mundo de la Literatura Infantil, curso la carrera de Arquitectura al no poder matricularse en la Escuela de Ilustración y no fue hasta 1983 cuando, con 37 años, decidió abandonar su trabajo en la Facultad para centrarse exclusivamente en la escritura e ilustración de cuentos infantiles.
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