jueves, 30 de septiembre de 2010

Masones: de la discreción a la integración en la sociedad

La masonería, en España, era discreta. Más que nada por obligación. Y hoy tampoco se presume de esa rótulo. Uno puede formar parte de Greenpeace y lo lleva a gala o firmar públicamente un manifiesto de Amnistía Internacional pero si en su oficina dice “yo soy masón” el recelo se apoderará de la estancia y hasta es probable que a partir de ese momento le cuelgue de la muñeca una etiqueta invisible con el rótulo: masón. Por si acaso.


Inscritos como Ong, los masones se dan a conocer de forma gradual y cada cierto tiempo aparece en los medios una entrevista con algún miembro destacado que habla abiertamente de rituales, asociaciones iniciáticas y textos plagados de un lenguaje que recuerda a tiempos pasados pero persigue algo que todavía sigue siendo la asignatura pendiente, como las marías de la sociedad: igualdad, paz, justicia.


Una utopía que no sólo persiguen los masones y que, como todas las utopías, termina siendo un referente y por ello necesaria, dice Paloma Martínez, Presidenta de la Federacion Española de la Orden Masonica Mixta Internacional El Derecho Humano, que acaba de presentar en Madrid (y el jueves 30 en Barcelona) el libro “Grandes Maestres, tenéis la palabra” editado por la Fundación María Deraismes. Martínez, geógrafa de formación, asegura también que la masonería acepta a todo el mundo, pero no todo el mundo quiere ser masón.

En tiempos de movilizaciones, de manifestaciones públicas a favor de los planteamientos más diversos, de la exposición voluntaria de la propia vida en las redes sociales, los masones son unos auténticos desconocidos para una gran parte de la población, principalmente los jóvenes y por ello han decidido darse a conocer para reclamar el sitio que les corresponde. Y en eso están.

4 comentarios:

  1. Bueno, ya se pueden encontrar masones en las redes sociales, en la calle...... cada vez somos más los que decidimos que somos gente tan normal quien le gusta el fútbol, por ejemplo.
    Gracias por ayudar a la normalización de la vida española

    ResponderEliminar
  2. En el tema de la Masonería nuestro país debe de ir normalizándose como en el resto de los paises de nuestro entorno.

    ResponderEliminar
  3. Nadie duda de que somos personas perfectamente normales. No tenemos esas enganchadas que se suelen producir en deportes como el futbol, pero tenemos los mismos gustos, vivencias, aciertos y errores, que cualquier ser humano civilizado y de buenas costumbres.

    Sin embargo, no todos tenemos la valentía de Pedro-José para hacer pública nuestra condición de hermanos masones porque, lamentablemente, esta vieja fraternidad aún sigue estando demasiado demonizada en la sociedad española. Siglos de represión implacable no se borran en dos días, no obstante, creo que todos apreciamos tus esfuerzos por el progreso social en este terreno y por combatir la ignorancia en cualquiera de sus formas.

    Gracias Merche.

    ResponderEliminar
  4. Gracias por los comentarios, vaya por delante. En tiempos de prisas, tomarse la molestia de plasmar un pensamiento por escrito es de agradecer.
    Por otro lado, al hilo de estos mismos comentarios, y es una duda personal, ¿esa discreción potencia una discreción más profunda? ¿Es beneficioso? ¿necesario? Aunque parezca una obviedad o una incongruencia o ambas cosas a la vez.

    ResponderEliminar